El pasado 5 de abril tuvimos la suerte de tener entre nosotros a Eduardo Barrera, ex-director del C.E.I.P Andalucía, centro educativo situado en el Polígono Sur.
Gracias a su conferencia descubrimos lo que son las Comunidades de Aprendizaje y cómo han ayudado al progreso de este colegio.
El 90% del alumnado pertenece
al pueblo gitano y el resto son payos,
la “marginalidad” es una característica frecuente en todos los alumnos. La
mayoría provienen de las barriadas Martínez Montañés y Murillo.
Las cifras de absentismo
escolar, violencia y exclusión social son elevadas en este tipo de centros. Pero esta actitud frente a la escuela suele darse
por el contexto en el que los niños crecen,
un entorno en el que la educación en la mayoría de las veces se ve como algo
ajeno, o donde las características propias de la zona son el desempleo, el
empleo precario y de baja cualificación, la economía sumergida, el
desconocimiento de las prestaciones sociales, la falta de titulaciones
académicas o de cualificación profesional y el alfabetismo.
Muchas de las familias no
tienen expectativas hacia la escuela, desconfían de ella, la ven como algo
“innecesario” y existe una falta de
reconocimiento y valoración hacia la figura del profesor. El alumnado por su
parte, no muestra motivación e interés, no se acostumbran a las normas y hábitos
escolares, existe un alto nivel de agresividad, un bajo autocontrol y una baja
autoestima.
El profesorado suele
desconfiar hacia el contexto, no conoce la cultura gitana y la relación que
mantiene con la familia es escasa, incluso muchos de los profesores pueden
llegar a la escuela con cierto sentimiento de superioridad, con prejuicios y
estereotipos.
Todo el equipo educativo
del C.E.I.P Andalucía está trabajando para acabar con todos elementos que
dificultan el aprendizaje de los alumnos, con el objetivo de crear una
comunidad de aprendizaje y conseguir una escuela inclusiva.
Los profesores están
llevando a cabo un proceso de formación-acción, cada vez más asociaciones se
incorporan al centro para el desarrollo comunitario y ha aumentado la
participación y/con las familias para trabajar en un proyecto común: el centro
abierto al entorno hacia una comunidad de aprendizaje.
Además, se han
incorporado al equipo educativo trabajadores y educadores sociales, así como
animadores socioculturales, permitiendo “abrir las puertas del colegio”.
Los profesores se
encuentran en un proceso continuo de formación. Desde el curso del 99 hasta
hoy, se han llevado a cabo pequeñas reformas en el centro que favorecen la
ruptura de barreras profesor-familia-alumno, el descubrimiento de la cultura
gitana y la comprensión del otro.
La educación tiene que
ser vista como un trabajo colaborativo en el que intervienen tanto los profesores,
como los alumnos y las familias. El C.E.I.P Andalucía realiza grupos de trabajo
(Plan de Centro, Unidades didácticas, periódico escolar…) y fomenta el trabajo
en red. De esta manera los alumnos interactúan entre ellos, aprenden cosa de
sus compañeros y colaboran mutuamente en su aprendizaje.
Son partidarios de la
participación de y con las familias. A través de las tutorías y las
asociaciones se llevan a cabo actividades de formación y convivencia.
El voluntariado, algunos
familiares, estudiantes de la Universidad, personas jubiladas, becarios de la
residencia universitaria “Flora Tristán” de la universidad Pablo de Olavide,
posibilitan que se apliquen en el centro las medidas pedagógicas y
organizativas para acelerar los aprendizajes del alumnado, disminuir su
frustración ante el fracaso académico, elevar su autoestima, así como para que
las interacciones de los mismos/as con otras personas se multipliquen, con lo que
el enriquecimiento mutuo es mayor.
Las medidas organizativas
y metodológicas que aplica esta institución son: los Grupos Interactivos de
aprendizaje y la metodología de Trabajos por Proyectos.
A través de los Grupos
Interactivos se busca acelerar los aprendizajes del alumnado, fomentar las
prácticas educativas de inclusión y no de segregación, desarrollar procesos de
aprendizaje cooperativo y dialógico…
Con los Trabajos por
Proyectos se vuelve a prestar atención a la diversidad, la interculturalidad,
se vuelve a favorecer la colaboración y el trabajo en grupo, eliminando
prejuicios en el alumnado. Se busca motivar a los alumnos haciéndolos trabajar,
para ellos se ponen a su alcance herramientas para la búsqueda de información
(biblioteca, TIC, excursiones…)
Introducir las Comunidades de Aprendizaje en las escuelas es una buena forma de abandonar el concepto tradicional de la educación “bancaria” (Paolo Freire). Los alumnos dejan atrás la acción de recibir y almacenar la información que reciben de sus maestros en “depósitos de conocimientos” para convertirse en participantes activos dentro de un contexto social. Bajo mi punto de vista, el hecho de que un niño se sienta responsable de su propio aprendizaje es un elemento motivador que le impulsará para que sus ganas de aprender, experimentar e indagar aumenten.
Las Comunidades de Aprendizaje son un escenario perfecto para los educadores y educadoras sociales. A través de ellas, tareas como la detección y el análisis de problemas sociales o el establecimiento de relaciones y diálogos con las familias, alumnos y profesores son pan comido. Con su participación en las C.A, estos profesionales pueden dar un impulso a la tarea de transformar las circunstancias que limitan la integración social de las personas.
Páginas consultadas y de interés:
Tengo el placer de haber ido durante unos mesecillos a la Comunidad de Aprendizaje del CEIP Andalucía, es muy bonito ver el proyecto en la realidad alejado de papeles y teorías.
ResponderEliminarMe gusta mucho el tema que has elegido, pienso que los/as educadores/as deberíamos de promocionar nuestra profesión pero sobretodo este ámbito de intervención puesto que es una gran salida laboral.
FELICIDADES LAURA!